Max Mosley, presidente de la FIA, se ha mostrado descontento hoy tras la negación de los pilotos de Fórmula Uno a pagar las superlicencias para la nueva temporada.
Este año ha aumentado 400 euros el precio de cada una de ellas (antes era 9.798 libras) y 100 euros por punto conseguido la última temporada. Hamilton, por ejemplo, debería pagar 200.000 libras. Por este motivo, ningún piloto ha pagado la licencia, por lo que ninguno podría competir.
El máximo responsable de la FIA se defiende: "Los pilotos me dijeron que les estaba perjudicando, pero no tiene sentido, ya que ellos son los principales beneficiarios de todo el dinero que se invierte en la mejora de las medidas de seguridad".
Además: afirma: "Ganar diez millones de euros al año, vivir en un paraíso fiscal y quejarse porque tienes que pagar el 2% de tus ingresos es una tontería".
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